Era el evento del año. Se hablaba del mismo desde las primeras marchas invernales. Un poco inconscientemente y liados por el liante mayor del reino, don Dani “son las risas”, este mismo, Iago y Blanca se inscribieron en algo confuso llamado en un principio “LeiroMan” rebautizado posteriormente como “Aviaman”. Se trataba del primer triatlon para los chicos, sería allá por Mayo...hasta la fecha hubo tiempo de arrepentirse, preocuparse, preguntarse donde se habian metido, comprarse el material y finalmente entrenarse para el reto.
Mariconaditas varias tipo duatlones, maratonas, marchas, oposiciones, transgalaicas...sirvieron de aperitivo invernal para perfilar cuerpo y mente. La piscina era cada vez más familiar para nuestros zagales y el neopreno se convertiria en una segunda piel
Para el que esto escribe suponia un problema, ya que para dichas fechas ya no me encontraría en mi tierra. Los apoyaría desde la distancia como nunca pero no sería suficiente. Asi que unas 2 semanas antes del evento, y viendo que en las redes sociales solo se hablaba ya del dichoso Aviaman, me busqué la vida, movi unos hilos y abusé un poco de mi posición laboral para, sin decir nada a mis amigos, coger un avión, alquilar un coche e intentar plantarme en Leiro lo antes posible. Llegaría con retraso, con la prueba ya empezada pero que carallo!! volvia a casa y para ver algo insólito
Y asi fué. Como si de un sueño se tratara, me levanté a las 4h de la mañana, a las 6 estaba en el aeropuerto, a las 8 en Santiago y unos minutos después cabalgaba a lomos del ya histórico seat exeo camino do Ribeiro. Volando llegué a Leiro. Río en calma, ni rastro de bicis....habia que esperar. Realicé un par de llamadas buscando a algún otro animador de la banda por la zona pero sin éxito. Aquí dudé de si debía de haber avisado de mi presencia ya que la mayor parte del éxito de mi plan se basaba en encontrarme con Silvi para que el staff volviera a reunirse (para los mal pensados, Silvi no estaba allí no porque hubiera salido por la noche, sino porque prefirió empezar a preparar los triatlones de verano con unos largos en piscina olimpica...)
Empezó a calentar el sol y a la horita de haber llegado entró el primer ciclista en zona de meta. El? Otra vez? Si amigos, el gran Gustavo dominaba con aplastante superioridad la prueba y se lanzó a afrontar los 15km de carrera a pie como si nada. 10 minutos después llegó el siguiente, y asi , a cuentagotas, los demás ironmen. Contaba con que antes de que llegaran mis compañeros pasaría aún un rato bastante largo. La dureza debía de ser terrible ya que a la media hora “solo” habían llegado unos treinta participantes. Y en esto que veo que entra en la zona vallada una silueta conocida...pero no podia ser! Si solo habían llegado 30! Si lo suyo son las transgalaicas y maratonas! Si es su primer triatlon! Pues si, era el. El Gómez Noya de Mos! Indescriptible lo que se siente. Volver a vernos y en que circunstancia. Además, como si lo conociera de toda la vida, tenía su box justo delante de mis narices. Para evitar que se desmayara del susto, me giré y puse la cámara a grabar. A mi lado estaba la fotógrafa oficial de la prueba y fué ella y no yo la que hizo la foto de la prueba. Esa carita de Iago al verme ya es histórica. Su cara de sorpresa se mezclaba con la mia de admiración por verlo tan arriba. Empezó el tramo de correr aun con la sorpresa en el cuerpo. Pero no se podia relajar porque tras el llegaba el amigo Gustavo....haciendo ya su 2ª vuelta. Iago contó que le cedió gentilmente su agua al lider de la prueba cuando le dobló (así cualquiera..). Unos minutos más tarde, aparecia por meta Blanca, luchando por el podium en categoría femenina. Mismos momentos emocionantes, misma cara de sorpresa, misma alegría. Y justo después aparecía Dani, dificil de reconocer por su nuevo look y, sobretodo, por su flamante mono de triatleta. Pero al verlo estirar no me cupo la mas minima duda.
Nos encontramos al inicio de la carrera y otra vez la sorpresa. Solo por ver esas tres caras ya habia merecido la pena el viaje. Pero sentimentalismos aparte, a mis amigos les quedaba un duro camino por delante. A pesar del precioso paisaje, rio, paseo y hasta puente colgante y del buen tiempo eran 15km corriendo tras el tute que llevaban encima. Cada vez que los veía pasar en cada una de las 3 vueltas se me caía la cara de la admiración. No solo iban a acabarlo, que, en principio ese era el objetivo, sino en que lugar! Iago, a pesar de sus miedos a la carrera a pie, sufrió pero no perdió casi nada con respecto a otras pruebas, acabando en una memorable 44º posición. Mi admiración forever. Dani y Blanca, se juntaron como un solo triatleta para hacer la carrera a pie y acabar bien arriba, con Blanca tocando medalla de bronce y Dani avisando que, si eso, promete grandes campaneadas en un futuro más próximo.
Y así se escribió la historia. Tras las fotos de rigor y entrega de premios, se acabó lo que se daba. Vendrán más, alguno más o muchos más triatlones. Pero esta ha sido el primero y , como el primer amor, nunca se olvida. Y aquí Terio no podía perdérselo.
Hasta la próxima, Ironmanes !!
Mariconaditas varias tipo duatlones, maratonas, marchas, oposiciones, transgalaicas...sirvieron de aperitivo invernal para perfilar cuerpo y mente. La piscina era cada vez más familiar para nuestros zagales y el neopreno se convertiria en una segunda piel
Para el que esto escribe suponia un problema, ya que para dichas fechas ya no me encontraría en mi tierra. Los apoyaría desde la distancia como nunca pero no sería suficiente. Asi que unas 2 semanas antes del evento, y viendo que en las redes sociales solo se hablaba ya del dichoso Aviaman, me busqué la vida, movi unos hilos y abusé un poco de mi posición laboral para, sin decir nada a mis amigos, coger un avión, alquilar un coche e intentar plantarme en Leiro lo antes posible. Llegaría con retraso, con la prueba ya empezada pero que carallo!! volvia a casa y para ver algo insólito
Y asi fué. Como si de un sueño se tratara, me levanté a las 4h de la mañana, a las 6 estaba en el aeropuerto, a las 8 en Santiago y unos minutos después cabalgaba a lomos del ya histórico seat exeo camino do Ribeiro. Volando llegué a Leiro. Río en calma, ni rastro de bicis....habia que esperar. Realicé un par de llamadas buscando a algún otro animador de la banda por la zona pero sin éxito. Aquí dudé de si debía de haber avisado de mi presencia ya que la mayor parte del éxito de mi plan se basaba en encontrarme con Silvi para que el staff volviera a reunirse (para los mal pensados, Silvi no estaba allí no porque hubiera salido por la noche, sino porque prefirió empezar a preparar los triatlones de verano con unos largos en piscina olimpica...)
Empezó a calentar el sol y a la horita de haber llegado entró el primer ciclista en zona de meta. El? Otra vez? Si amigos, el gran Gustavo dominaba con aplastante superioridad la prueba y se lanzó a afrontar los 15km de carrera a pie como si nada. 10 minutos después llegó el siguiente, y asi , a cuentagotas, los demás ironmen. Contaba con que antes de que llegaran mis compañeros pasaría aún un rato bastante largo. La dureza debía de ser terrible ya que a la media hora “solo” habían llegado unos treinta participantes. Y en esto que veo que entra en la zona vallada una silueta conocida...pero no podia ser! Si solo habían llegado 30! Si lo suyo son las transgalaicas y maratonas! Si es su primer triatlon! Pues si, era el. El Gómez Noya de Mos! Indescriptible lo que se siente. Volver a vernos y en que circunstancia. Además, como si lo conociera de toda la vida, tenía su box justo delante de mis narices. Para evitar que se desmayara del susto, me giré y puse la cámara a grabar. A mi lado estaba la fotógrafa oficial de la prueba y fué ella y no yo la que hizo la foto de la prueba. Esa carita de Iago al verme ya es histórica. Su cara de sorpresa se mezclaba con la mia de admiración por verlo tan arriba. Empezó el tramo de correr aun con la sorpresa en el cuerpo. Pero no se podia relajar porque tras el llegaba el amigo Gustavo....haciendo ya su 2ª vuelta. Iago contó que le cedió gentilmente su agua al lider de la prueba cuando le dobló (así cualquiera..). Unos minutos más tarde, aparecia por meta Blanca, luchando por el podium en categoría femenina. Mismos momentos emocionantes, misma cara de sorpresa, misma alegría. Y justo después aparecía Dani, dificil de reconocer por su nuevo look y, sobretodo, por su flamante mono de triatleta. Pero al verlo estirar no me cupo la mas minima duda.
Nos encontramos al inicio de la carrera y otra vez la sorpresa. Solo por ver esas tres caras ya habia merecido la pena el viaje. Pero sentimentalismos aparte, a mis amigos les quedaba un duro camino por delante. A pesar del precioso paisaje, rio, paseo y hasta puente colgante y del buen tiempo eran 15km corriendo tras el tute que llevaban encima. Cada vez que los veía pasar en cada una de las 3 vueltas se me caía la cara de la admiración. No solo iban a acabarlo, que, en principio ese era el objetivo, sino en que lugar! Iago, a pesar de sus miedos a la carrera a pie, sufrió pero no perdió casi nada con respecto a otras pruebas, acabando en una memorable 44º posición. Mi admiración forever. Dani y Blanca, se juntaron como un solo triatleta para hacer la carrera a pie y acabar bien arriba, con Blanca tocando medalla de bronce y Dani avisando que, si eso, promete grandes campaneadas en un futuro más próximo.
Y así se escribió la historia. Tras las fotos de rigor y entrega de premios, se acabó lo que se daba. Vendrán más, alguno más o muchos más triatlones. Pero esta ha sido el primero y , como el primer amor, nunca se olvida. Y aquí Terio no podía perdérselo.
Hasta la próxima, Ironmanes !!
