miércoles, 13 de agosto de 2008

Otro coloso para la banda : EL MORREDERO


Como no podía ser menos este verano tocaba una nueva aventura para la banda, si el año pasado los protagonistas fueron los colosos pirenaicos (Col du Tourmalet, Luz-Ardiden, Hautacam y Aubisque, ya hablaremos en su momento sobre ellos) este año le tocó el turno al Morredero y Portillinos que si bien no tienen tanto nombre ni tanta fama como los otros nos demostró que no desmerece a ninguno de ellos sino que los supera en dureza y espectacularidad.
Sin duda la banda estaba preparada (esta vez éramos Abel, Iago, Dani y yo quienes nos enfrentábamos al desafío) y sabíamos que esos 30 kilómetros de ascensión nos iban a suponer un enorme esfuerzo pero aún así el puerto no dejó de sorprendernos por su extrema dureza. Debimos de escoger uno de los días más calurosos de todo el verano ya que la temperatura siempre superó los 35 grados a lo que hay que añadir que comenzamos el ascenso a las 12 del mediodía…
Salimos desde Ponferrada recorriendo los primeros 5 kilómetros de manera suave y tranquila para ir acoplando las piernas y aprovechando que eran totalmente llanos. Como todo lo bueno, la zona del llano se acabó y justo a la salida del pequeño pueblo de Salas de los Barrios nos topamos con una interminable pared de varios kilómetros que realmente nos hizo plantearnos la eterna pregunta de ¿pero qué cojones hacemos aquí?, y sino preguntadle a Iago que a punto estuvo e echar pie a tierra y mandar todo al la mierda pero que gracias a su pundonor y los gritos de ánimo del Carrachín ( ¡vamos león!, ¡estás hecho un toro!, ¡cómo te campaneas!) consiguió pasar ese momento de auténtica crisis para ganar posteriormente una zona de llaneo que nos vino a todos de maravilla. Si el puerto no tuviera esos descansos dudo mucho que consiguiéramos llegar arriba ( y menos mal que llevábamos las BTT que si vamos en bici de carretera no sé que iba a pasar). El calor era muy intenso y esos primeros kilómetros fueron brutales pero Iago ya volvía a hablar y eso sin duda era buena señal.
El paisaje era espectacular y siempre teníamos una perspectiva clara de lo que nos quedaba por delante ya que este puerto no se esconde y nos mostraba con desafío muchas partes de su recorrido esperando que nos acobardáramos, pero a pesar de todo lo que nos quedaba sabíamos ya que no nos marcharíamos de allí sin la ansiada conquista. Por fin llegamos a San Cristóbal de Valdueza donde hicimos una parada para reponer el agua y seguir adelante. Era un bonito pueblo aunque sus calles estaban totalmente levantadas y en obras. Al igual que antes, justo a la salida del pueblo nos esperaban sonrientes unas espectaculares rampas que hicieron que nuestro ritmo se viera reducido drásticamente para poder afrontarlas con plenas garantías. Pedalada a pedalada y kilómetro a kilómetro le fuimos ganando terreno al poderoso puerto que sin duda se estaba erigiendo como el más duro que jamás hubiéramos subido. Con tranquilidad pero sin pausa por fin ganamos una zona de 2 kilómetros de bajada que nos permitió relajar un poco las piernas aunque también nos hizo pensar que a la vuelta tendríamos que subirlos lo cual nos iba a suponer un gran esfuerzo. Tras la bajada una nueva ascensión se perfilaba ante nosotros aunque se vio suavizada gracias a una increíble fuente de agua de montaña que nos dio la energía suficiente para afrontar los últimos kilómetros de ascensión. A estas alturas llevábamos aproximadamente 21 kilómetros recorridos por lo que sabíamos que la estación de “El Morredero” no estaba lejos. Efectivamente fue así y pronto nos encontramos haciéndonos fotos en la estación y en su cartel. Sinceramente como estación de esquí nos decepcionó bastante pero lo que no se podía negar era la magnificencia del paisaje y las increíbles vistas de las curvas y revueltas del puerto.
Llegados a este punto y con un Iago muy reforzado por la gesta que ya llevábamos en las piernas apareció como siempre el de siempre, el señor Daniel, el Carrachín que como una ladilla nos quería tocar los huevos con su objeción a seguir adelante. Decía que él no continuaba, que con eso ya tenía bastante y que de “El Morredero” no se movía. Sabíamos que nos quedaban 10 kilómetros más para llegar al siguiente puerto, el de Portillinos y sabíamos también que no iba a ser fácil pero una vez allí arriba había que seguir adelante y culminar el día a lo grande. Así se lo hicimos saber a Dani que entre protestas aceptó y continuamos. Un pequeño descenso nos llevó de nuevo a unas durísimas rampas que tras varios kilómetros sin descanso culminaban en el cartel que anunciaba que el puerto de los “Portillinos” a una altitud de 1957 metros estaba conquistado. Según el perfil del que disponíamos sabíamos que había que seguir un poco más aunque ahora el terreno ya era más favorable y los últimos kilómetros los hicimos a un ritmo bastante alto a pesar de las continuas protestas de Dani que seguía en su papel de “toca huevos”. Cuando consideramos que habíamos llegado hicimos la parada de rigor, recuperamos fuerzas comiendo y bebiendo y seguidamente comenzamos el descenso. Un descenso marcado sin duda por las altas velocidades (sobre todo los 83 kms/h de Abel y los 81 de Iago) y los pequeños repechos que tuvimos que salvar que no hicieron otra cosa que castigar un poco más nuestras destrozadas piernas. Con un asfixiante calor y la sensación de haber echo algo grande llegamos por fin de nuevo al aparcamiento. Ahora la gesta ya era una realidad…
Esta ha sido “a grosso modo” la crónica de la ascensión a los puertos de “El Morredero” y los “Portillinos”, sin duda una de las más duras que hemos realizado nunca pero que nos da la confianza y ambición suficientes como para seguir buscando nuevos retos.

3 comentarios:

  1. vale, mu bonito. lo leeré con mas detenimiento antes de hacer un comentario de texto. una sugerencia al webmaster/cheridriver. seria bueno la publicación en este blogbiker de anteriores obras de anteriores hazañas tipo "camino de santiago" o "hipotérmicos en manzaneda" para que el pueblo se deleite con nuestras mas espeluznantes hazañas.como te dije, para mi esto es una gozada estando lejos todos los dias antes de cerrar el chiringuito del curro, echaré un ojo por el blog para ver hay alguna rajadita...en mi cabeza también rondaba la idea de hacer un fotolog biker o algo asi para dejar nuestras cositas pero como tu, no tengo ni zorra idea de como se monta eso y tampoco mucho tiempo.una pena que no pueda hacer imitaciones en el blog, mire ussted!!

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  2. hala cheri, aqui tienes una foto de una de las zagalas, pero que sepas que no te soy infiel.....bueno...hablando de todo un poco....CUANDO EMPEZAMOS A RAJAR DEL CARRACHIN????
    LEIROS ES MI HERMANO!!!!

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  3. un comentario mientras tengo mi pausa para comer que nada tiene que ver con el mtb, bueno,mas bien si.tiene que ver con las conversaciones, teroias,rajadas y embarcadas a lomos de una bici. recordareis esa "auronada" histórica del cheri y su compi abel sobre cierta raza de homo chino negro que habita en los pirineos. pues bien, a pesar de que sigue siendo una teoria sin fundamento ninguno, reconozco que la especie ha evolucionado pues aqui en mi aparthotel, dentro de las 215 familias que lo pueblan (alrededor de unas 700 personas) he encontrado una familia de, ojo al dato,....chinos rapeiros franceses!! no puedo evitar acordarme de la tribu de los chinos negros cada vez que los veo...pero hay un abismo aun entre un chino eminem y uno negro del todo!! saludos bikers

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