jueves, 29 de septiembre de 2011

DIARIO DE UN IRONMAN por Eneko Llanos

Cuando leáis estas líneas estaré sobrevolando el atlántico en un avión rumbo a San Francisco desde donde tras una breve escala volaremos a Kona, Hawái . Una paliza de viaje, saldremos de casa a las 4:30 de la mañana y pasarán unas 30 horas hasta que volvamos a tumbarnos de nuevo en una cama. Llegaremos rendidos y muertos de sueño a nuestro destino pero como siempre ilusionados y con ganas de ver y sentir lo que la isla y el Ironman de Hawái nos depara. Ya es algo tradicional, una especie de peregrinación, llega finales de septiembre y es el momento de realizar nuestro particular viaje a nuestra particular meca. Atrás quedan horas y horas de entrenamiento y sufrimiento y delante se presenta el gran reto y el gran sueño que todos buscamos.
Los días anteriores al viaje son de mucho estrés, ser triatleta y viajar es algo que no se lleva muy bien, mucho material que preparar, material de natación, material de carrera a pie pero sobre todo lo más problemático son las bicis, dos en mi caso una de triatlón para el Ironman y otra de montaña para el Xterra (triatlón de montaña) que disputo dos semanas después. Por suerte mi patrocinador BH se hace cargo de ellas y las enviamos unos días antes para poder viajar un poco más desahogados. Está claro que el triatlón no es un deporte fácil en ningún sentido pero también está claro que no elegimos practicarlo porque fuera fácil, a los triatletas nos van los retos y las dificultades.
Pasar horas en el avión no me desagrada, para mi es un momento de relax total, tras el trajín de la semana previa es el momento en el que ya me quedo tranquilo y me puedo relajar, estoy dentro de un avión y poco hay que hacer más que relajarse, dormir, leer un rato, ver una película... unas cuantas horas en las que poder estar sin preocupaciones de ningún tipo. Al final se hace pesado y uno acaba ya con ganas de aterrizar y salir de allí dentro pero en general es algo que llevo bastante bien y que la mayoría de las veces disfruto.
Una vez en Hawái tendremos nuestro tiempo para hacernos al duro cambio horario, de nada menos que 12 horas, ir poco a poco aclimatándonos al calor y la humedad e ir cogiendo nuestro ritmo de vida en la isla. Pero eso ya lo dejo para el próximo capítulo, ahora me voy a la cama que mañana me toca madrugón.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Historias del abuelo cebolletas












Parece que fue ayer cuando Abel me díjo aquello de "cómprate una bici de montaña y vamos a dar unas vueltas" y ahora me encuentro cumpliendo mis primeros 70.000 kms. ¿Pero cómo se pueden resumir 70.000 kms de senderos, carreteras, puertos, sufrimientos y experiencias inolvidables...? Quizás ahora la visión ya no sea la misma que la de hace algunos años, han pasado muchas cosas y he vivido experiencias que ni remotamente me había imaginado pero sobre todo he disfrutado de cada instante montado en mi bicicleta con una pasión que crece día a día. Siempre me han gustado la montaña, los espacios abiertos y el deporte, y la bicicleta me ha dado la posibilidad de juntar todo eso y hacer que mi vida haya sido mucho mejor.


Recuerdo cuando subir al Galiñeiro o al Monte dos Pozos era todo un reto y algo tan remoto e inaccesible que con sólo pensarlo se te ponían los pelos de punta. No me puedo olvidar de las primeras salidas con Abel, su hermano Iván, Alex e Iván Ares, los grandes piques y las grandes pájaras. Aquellas subidas extenuantes a la Madroa donde puntuaba el que llegara antes. Incluso mi hermano Jaime se apuntó en alguna ocasión pero vio que lo suyo mejor era el mundo del metal y abandonó la senda del dolor. También María salía en ocasiones con nosotros pero poco a poco lo fue dejando.Luego llegó Rafa y el Camino de Santiago y la Sierra de Cazorla, el primer puerto de más de 2000 metros subido allá en Jaén premiado con una nevada en la cumbre que jamás se nos olvidará. Durante esta época hicimos un nuevo fichaje que prometía dar mucho juego, el amigo Nando, pero que al final debido a una lesión de rodilla lo tuvo que dejar y dedicarse al mundo del aire acondicionado.




Allá por el 1998 nos estrenamos en las marchas acudiendo a la Marcha de las Nieves popularmente conocida como a Marcha do Requesón, la sensación de verse rodeado de tanta gente en bici era totalmente nueva para nosotros y teníamos la sensación de estar fuera de lugar y que aquello no era para nosotros, había bicis con suspensión delantera, algo raramente visto por nosotros y que nos dejaba anonadados (los frenos de disco eran ciencia ficción en aquellos años). Recuerdo que yo me quería marchar, escabullirme entre la gente, subirme al coche y pirarme para casa pero lejos de hacerlo nos montamos en la bici y milagrosamente disfrutamos como enanos. Es importante que la primera experiencia sea buena y para nosotros fue inolvidable, el circo del MTB comenzaba y sus puertas se nos abrían de par en par. Luego llegarían Porriño, A guardia, Arcade y muchas más. Hasta el año 2002 los Ivan Ares, Xandre, Nando y alguno más nos acompañaron en nuestras correrías pero ya fuera el cansancio, el trabajo, la novia, etc., el fuego se apagó y tan sólo Abel y Jose continuaron en la brecha. Las salidas eran ahora cosa de nosotros dos pero algo totalmente ajeno a nosotros estaba a punto de ocurrir. Concretamente el Martes día 9 de Septiembre del 2003, un colega del chollo llamado Dani y su amigo, un tal Casalini o algo así, quedaron conmigo para ir a dar una vuelta, subimos al Galiñeiro y luego a la Virgen de las Nieves para hacer un total de 42 kilómetros justo el día en que yo cumplía los 28.000. Muchos son los recuerdos de ese primer día y digan lo que digan sé que se lo pasaron muy bien porque sino no hubieran repetido y tres días más tarde estaban de nuevo pedaleando conmigo. Casi un mes más tarde se unió a nosotros otro amigo de Dani, un tal Iago, el cual decían que ya andaba algo. Sin saberlo se estaba cocinando algo muy grande y nunca sospechamos hasta donde podía llegar.


Los días se convirtieron en semanas, las semanas en meses, y los meses en años. Nuestras fuerzas y experiencia fueron creciendo y las etapas de ayer ya no eran las de hoy, los recorridos eran cada vez más duros y nuestras exigencias mayores. Galiñeiro, Aloia, Alba, Cepudo, Saians, Oia... todos los terrenos fueron explorados y explotados, las ganas de disfrutar parecían no tener límite y en nuestras cabezas los sueños comenzaban a florecer. No hay nada más gratificante en este mundo como ir ahogando los sueños, un sueño ahogado es un sueño cumplido y ciertamente hemos acabado con muchos de los que teníamos. En el 2005 cumplimos el de subir a Cabeza de


Manzaneda en pleno invierno con la suerte de la nevada final casi en la cumbre.


A este respecto las versiones y visiones de lo acontecido son bastante dispares (preguntad a Casalini y Dani) pero esas caras de satisfacción no son producto de la falta de oxígeno.


El año 2006 está lleno de novedades, sobre todo en lo referente a cambio de bicicletas ya que yo mismo, Abel, Casalini y el recién llegado Pablo nos pasamos al mundo de la doble suspensión provocando una inmensa alegría a nuestros queridos Tino y Mónica que sin duda disfrutaron del cambio casi tanto como nosotros. En lo referente a sueños y retos Cabeza de Manzaneda fue coronada por segunda vez y de nuevo en Diciembre nuestro primer gran puerto: los Lagos de Covadonga en Picos de Europa, 12 kilómetros llenos de sensaciones y emociones que nunca se nos olvidarán. La famosa Huesera, donde tantas veces vimos sufrir a nuestros idolatrados héroes ciclistas, nos hacía sentir como auténticos gigantes, y no sólo nuestras fuerzas sino también nuestra satisfacción de estar ahí nos ayudaron a superar aquellas dificultades. La sensación de


encontrarse en la cima de los Lagos es algo que quedará en nuestras cabezas para siempre.
















El día 27 de Diciembre de este 2006 mientras estábamos en Asturias recibimos una extraña llamada de Iago que frustrado y moralmente hundido por nuestros recientes cambios de bici y nuestro viaje a los Lagos no pudo más que irse a la de Tino y comprarse también una Fuel para estrenar el año 2007 y así aplacar un poco sus ansias de matarnos a todos. Sabíamos que Iago con esa bici iba a tener más peligro que una piraña en un bidé y no nos equivocamos en lo más mínimo. Tan solo un mes más tarde Dani, el único que faltaba, se compró su Top Fuel para cerrar un círculo del que todavía a día de hoy no hemos podido escapar. No sé en que momento de toda esta historia apareció la famosa BANDA DEL CHERI pero me imagino que por estas fechas ya estaba el Dani con sus ¡eres el puto cheri!, ¡vamos cheri! y demás.


Las marchas pasaron a formar parte de la normalidad y no había una que nos perdiéramos, no importaba la lluvia ni el viento ni el frío, allá donde había Mountainbikers allí estábamos nosotros. A estas alturas nuestro nivel técnico y de forma había mejorado bastante y cada día nos encontrábamos más cómodos sobre la bici haciendo que el nivel de disfrute fuera mucho mayor. Ni que decir tiene que todas estas salidas estaban plagadas de anécdotas y situaciones surrealistas que le daban a todo esto mucho más valor. Escuchar los responsos del Casalini, los ánimos exacerbados de Dani, los gritos de júbilo de Iago... era algo que formaba ya parte de nuestro día a día.


Cumplir un sueño es algo increíble como dije antes, pero hacer que una locura se convierta en sueño y luego hacer que ese sueño sea realidad es algo que sobrepasa todas las fronteras y eso fue lo que nos pasó este año. Los Pirineos para nosotros eran simplemente algo que ni siquiera te planteabas pero al final nos dimos cuenta que era algo tan fácil como querer hacerlo y entonces lo hicimos. Otra gran aventura pero esta vez por tierras francesas y de nuevo emulando a nuestros ídolos. Tourmalet, Hautacam y Luz-Ardiden fueron los nombres propios de este año, meses más tarde tuve la suerte de repetir Tourmalet y subir el Aubisque. Subir estos puertos sin duda es algo fascinante pero no hay que olvidar que compartirlos con quien sabes que siente lo mismo que tu es algo que los hace lo más alucinante del mundo y gracias a vosotros todas estas experiencias formarán ya parte de mi vida.






Este mismo año y totalmente en solitario Abel también subió los Lagos de Covadonga y el temido Angliru.


El año 2008 es un año importante desde el punto de vista de la comunicación ya que en Agosto nació el blog, un medio que sobre todo nos sirve para estar más en contacto y un gran invento para Casalini que al estar fuera puede darse unas vueltas por aquí y ver como nos van las cosas. Pero no sólo de blogs vive La Banda y las piernas han seguido haciendo su función y llevándonos allá donde nos proponíamos. Y nos propusimos hacer el Camino de Santiago desde Vigo y por monte y como siempre resultó una grata experiencia. Otro cambio se produjo a nivel de maquinaria y nuestra querida Remedios irrumpió con fuerza en nuestras vidas y sobre todo en la de Iago que como si de una droga se tratara lo hizo volar como nunca. El colocón le duró tan solo un año porque ese fue el tiempo que tardó en cambiar de nuevo de bici y ahora sí que dió su salto más importante pero esa es otra historia. El 2008 nos deparaba otra grata sorpresa y nos brindó la oportunidad de conocer a un gran personaje y un gran amigo, nuestro querido Balbís, en él se conjugan la humildad, la simpatía y sobre todo la pasión por el MTB. A priori nadie diría que esto le fuera a gustar tanto pero sólo hay que verlo en el monte cómo disfruta y cómo sufre para darse cuenta de que cuando algo te gusta de verdad te gusta y ya está. También Silvia comenzó a hacer sus primeras apariciones durante este año y de vez en cuando se venía con nosotros aunque ya llevaba tiempo entrenendo en la sombra y contagiándose del bicho del MTB sin duda transmitido por Iago. Un desconocido puerto en Ponferrada llamado Morredero- Portillonos ocupó nuestras horas un 5 de Agosto de este año, 30 kilómetros de durísima subida que hizo decir a más de uno que jamás volvería allí (por supuesto que el primero en hablar fue el primero en volver). Para rematar el año nos fuimos de nuevo a Asturias para ver la vuelta y de paso subir el temible Angliru, Abel ya era veterano en estas lides y sabía lo que nos esperaba. En porcentajes el puerto más duro que he subido, si el infierno está en algún sitio para los ciclistas debe de andar cerca de allí.


Desde hacía ya tiempo rondaba por mi cabeza el hacer una marcha por la noche pero nunca se daban las circunstancias y por fin en Febrero del 2009 conseguí reunir a casi toda La Banda (Abel no pudo ir) en una divertidísima noche de Mountain Bike que sin duda nadie olvidaremos. Unas pizzas aderezadas de multitud de bebidas (pocas de ellas alcohólicas) antes de empezar fueron el ingrediente perfecto para una noche de locura, los cantos de Balbís y las bengalas de Dani hicieron lo demás.



Este año también fue el de nuestro estreno en las pruebas de las Transgalaicas, por fin nos íbamos a medir con los profesionales de esto del MTB, sin duda era un paso más en nuestro camino. Las sensaciones antes de empezar fueron las mismas que yo tuve hacía muchos años en mi primera marcha pero como entonces allá fuimos y superamos la prueba.


En Septiembre el carbono pasó a ser algo tangible bajo mis piernas cuando decidí cambiar a mi querida FUel EX8 por la Trek Fuel 9.8. Ha sido un gran cambio del cual no me arrepiento y del que espero seguir disfrutando muchos años más. Durante un tiempo fui la envidia (sana por supuesto) de mis amigos. Este año terminó con mi tercera ascensión a Cabeza de Manzaneda, no nos nevó en la subida pero el frío y la nieve fueron los protagonistas arriba, un bonito espectáculo que no nos cansamos de ver.


Considero el 2010 como el año del gran cambio, no a nivel personal puesto que yo más o menos continué la linea que llevaba hasta ese momento. El gran cambio se estaba dando a nivel de La Banda, si bien Dani nos tenía casi totalmente abandonado debido a las oposiciones de bombero hubo dos cambios que darían un vuelco radical a las expectativas de La Banda. Iago como cada año cambió a Remedios por una Scott de carbono y Silvia se compró una Scott doble. El destino puso una pistola en manos del Diablo. Debutamos en nuestro primer Duatlon con unos resultados increíbles, por primera vez nos nevó en la Marcha de Las Nieves, el año prometía realmente y no nos equivocábamos. Este fue un año cargado de acontecimientos deportivos, fuimos a todas las pruebas de la Transgalaica, volvimos a hacer el camino de Santiago desde Vigo, conocimos el Monte Paraguda e hicimos el descubrimiento más importante de los últimos años, descubrimos las Maratonas portuguesas. Hemos sobrevivido a la Maratona de la Trofa, lo más duro jamás hecho por mi y uno de los sitios donde más he sufrido en mi vida pero puedo decir que no me arrepiento en absoluto. Fue aquí donde realmente me di cuenta del gran cambio que Iago estaba experimentando porque la exhibición que me dio ese día en los 92 kilómetros que duró aquella agonía era digna de un gran biker. A la Trofa le siguieron otras y sinceramente a día de hoy estamos enganchados a Portugal, sus marchas y maratonas. A Silvia le salió una aliada y Sara empezó a ser habitual en alguna de nuestras salidas. También llegó Raquel, si bien su entrada en La Banda ha sido más tímida no ha sido así en mi vida (ahí si que ha pegado con fuerza). Pero sin duda el acontecimiento ciclista del año han sido esta vez los Alpes. No llegaban en mi mejor momento ya que mis días de gloria del MTB han quedado atrás pero no por ello hay que renunciar a los sueños, locuras o inconsciencias. No puedo hablar de ello, siempre digo que es una experiencia inolvidable y bla bla bla, cinco días de ensueño, el primero Alpe D'uez, el segundo Telegraphe-Galibier, el tercero Madeleine y Glandon, el cuarto Croix de Fer y Col du Mollard y el quinto Izoard. Creo que con esto hemos tocado el cielo pero el cielo es muy grande y todavía nos queda muchísimo por hacer, todo lo que esté en nuestra imaginación y creedme que imaginación nos sobra.
Y llegó el 2011, el año en el que La Banda se hizo mayor, el año en el que se rompieron las únicas barreras que nos habíamos puesto. La increíble mejora en el estado de forma de Iago y Silvia los ha llevado a algo tan disparatado hace unos años como a hacer podiums en las carreras a las que van. Los eventos a los que ha asiatido algún miembro de La Banda desbordan ya cualquier análisis siendo imposible poder hablar en el blog de todos ellos. Las 24 horas de BTT de Iago y Silvia además de todas las marchas y maratonas, los triatlones de Dani y Blanca... En un momento en que mi forma física deja bastante que desear es cuando ellos comienzan su etapa de reinado (malditos cabrones), ahora es el momento de sufrir y verles el culo pero cada vez que los veo, después de cagarme en ellos me siento profundamente orgulloso ya que veo parte de mi pasión recompensada en esas exhibiciones que dan cada vez que hacen esto que tanto les gusta. Es un placer enterarse de sus éxitos y es algo que me enorgullece la ostia aunque me de también bastante envidia. Pero hoy estamos aquí para celebrar mis primeros 70000kms. encima de la bicicleta, espero poder cumplir otros tantos y sobre todo que cada uno de vosotros podáis estar conmigo para disfrutarlos juntos...